Errores a evitar al vaciar un piso

Vaciar la casa de un familiar: 7 errores que hay que evitar

Esta penosa tarea puede convertirse en un calvario adicional si te equivocas con el notario, el vendedor de artículos de segunda mano o el agente fiscal… ¡Sigue la guía!

¿Vaciar la casa de un familiar fallecido? Puede parecer insuperable, sobre todo cuando hay que hacerlo con urgencia antes de una venta o para dejar de pagar el alquiler. «Hace falta valor para dejar atrás los recuerdos. Se necesita método para clasificarlos. Y mucha energía para hacer frente a las montañas de objetos», advierte Badea, que acaba de vaciar la masía de sus padres en cinco fines de semana. También debe evitar los errores que hacen perder tiempo y dinero o que crean fricciones con los demás herederos. Por no hablar de los problemas con el fisco.

Vaciar la casa de un ser querido 7 errores que hay que evitar

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1. Olvidar el inventario obligatorio

El inventario de los bienes es obligatorio si un heredero es menor de edad (o está bajo tutela), si se acepta la herencia sólo hasta el «patrimonio neto» (es decir, después de deducir las deudas) o si los herederos no desean declarar los muebles por el valor a tanto alzado del 5% del patrimonio de la herencia (antes de deducir el pasivo) en la declaración de herederos para pagar menos impuesto de sucesiones. «Este último caso es frecuente, sobre todo en Barcelona, ya que el precio de los muebles rara vez alcanza el 5% del valor de las viviendas», señala Serveis Badea, subastadora judicial en Barcelona. Por ejemplo, Xavi y Eva, los únicos herederos de su tía, que dejaron un apartamento de tres habitaciones en Barcelona, valorado en 800.000 euros pero escasamente amueblado. Al pagar el impuesto de sucesiones sobre el valor real de los muebles -estimado en 5.000 euros- en lugar del tipo fijo del 5% (40.000 euros), se ahorran 19.250 euros (los fondos transmitidos de tía a sobrino tributan al 55%).

En la práctica, el notario acude al domicilio del fallecido con un subastador (salvo en casos excepcionales, por ejemplo, si no hay ningún subastador en el municipio) que da un precio a cada objeto (es el «pricetag»). El resultado se recoge en una escritura «auténtica», redactada por el notario y firmada por los herederos. En cuanto a los costes, cuente entre 250 y 400 euros por media jornada para el subastador (si es el notario quien valora los bienes, sus costes están regulados) más 400 euros de honorarios para el notario y los gastos de registro. Si el ambiente entre los beneficiarios es tenso, no dudes en hacer un inventario, aunque no sea obligatorio: así evitarás interminables discusiones sobre el valor de tal o cual baratija para conformar los lotes», explica Badea. Entonces sólo tendrá que pagar los honorarios del subastador, ya que no es necesaria una escritura «auténtica».

2. Toma de posesión de bienes de incógnito

Tu madre te prometió su anillo de compromiso. Y has cuidado mucho de ella en los últimos años. Entonces, ¿por qué no llevarse la joya de forma discreta, en lugar de incluirla en la división y pagar además el impuesto de sucesiones? «Mala idea: cualquier intento de llevarse de incógnito una parte de la herencia puede ser calificado como «fraude sucesorio», incluso si el fallecido fue quien se llevó el dinero.

incluso si el fallecido fue el que tomó la iniciativa. Si los demás herederos le pillan con las manos en la masa, puede perder todos los derechos sobre los bienes ocultos. Y en los tribunales, podrían condenarte a pagarles una indemnización por daños y perjuicios y a reembolsarles las costas del proceso», advierte Joan Rich, abogado del Colegio de Abogados de Barcelona.

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3. Salir a toda prisa antes de la visita del notario

¿No está seguro de aceptar la herencia de su familiar a la vista de sus deudas? Si es así, no vendas ni regales sus muebles, ya que se consideraría que has aceptado la herencia y ya no podrías aceptarla «hasta el patrimonio neto» o rechazarla (estas opciones protegen tu patrimonio de las deudas del fallecido). ¿Otra situación? No quiere declarar los muebles por el 5% de la herencia y ha previsto un inventario para enumerarlos y valorarlos. Admítelo, ¿estás tentado de vaciar la mayor parte del piso antes de la visita del notario para limitar la base imponible? Cuidado: si hay pocos muebles en el piso, despertarás las sospechas de Hacienda, que puede aplicar automáticamente la tarifa plana del 5%. «Si su familiar había asegurado ciertos objetos contra robos o daños, las autoridades pueden localizarlos a través de la compañía de seguros», añade Serveis Badea. Por último, si vende los bienes en subasta pública en un plazo de dos años, las autoridades fiscales pueden ajustar el valor de la venta.

4. No haga tasar los objetos de valor

Entonces, ¿este taburete es una antigüedad de 5 euros o un Le Corbusier de 2.000 euros? Muchas personas vacían una vivienda sin hacer una tasación, o se conforman con que la haga el vendedor local de segunda mano. El problema es que estos profesionales compran muebles y cachivaches por una miseria, aunque saben que pueden venderlos por mucho más. Lo mejor es ponerse en contacto con uno de los 430 subastadores de España. Como servicio público, estos funcionarios ofrecen un presupuesto oral gratuito. Lo mismo ocurre si se pone en contacto con ellos por Internet (con fotos) a través de https://www.escrapalia.com/es/ o del sitio web de http://subastonic.com/. Si está demasiado lejos, o los objetos son demasiado voluminosos, el subastador también puede desplazarse.

«¡Las creencias familiares suelen ser erróneas! Una vez vine a estimar un cuadro que se creía que era el tesoro de la familia -y que en realidad valía muy poco- y descubrí en una estantería una copa de libación de cuerno de rinoceronte, estimada en 30.000 euros, que los herederos pensaban que era una baratija», recuerda Serveis Badea. Si el subastador no encuentra nada de valor, a menudo sólo cobra los gastos de viaje. Si los objetos son interesantes, te ofrece el presupuesto si le confías la venta (recibe entre el 15 y el 22% de comisión en la sala de subastas). Por último, si estima sin vender, cobra entre 250 y 400 euros por media jornada, como para un inventario.

5. Organizar una venta de casa «salvaje»

¿Organiza tu propio mercadillo en tu jardín o piso? El concepto está de moda: según Marc Nass, fundador de la web GrouponEmpresas.com, ¡en 2023 se realizaron 10.500 «ventas de casas» en España! De este modo, te deshaces del mayor número de objetos posible sin necesidad de transportarlos. Ideal, siempre que conozca las normas para que la policía no interrumpa la venta (se arriesga a una multa de hasta 15.000 euros). «Los trámites varían: a menudo basta con avisar al ayuntamiento con 15 días de antelación, con la posibilidad de repartir el evento en dos días o dos fines de semana», explica Marc Nass. Anuncia la venta con un cartel lo antes posible y pon un anuncio gratuito en GrouponEmpresas.com. El día de la venta, no estés solo -al menos una persona por habitación si dejas entrar a los curiosos-, reúne y vigila los objetos de valor y lleva algo de cambio (no desempaques nada en la acera, bajo pena de multa).

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6. Dar todo a un «free rider»

Hay muchas empresas que se ofrecen a vaciar una casa entera, sin coste alguno, siempre que no se hayan retirado los muebles y cachivaches. Pero, ¿está seguro de que no ha olvidado un tesoro entre el desorden? Es mejor hacer una clasificación real y luego llamar a una empresa tradicional de retirada de muebles (entre 45 y 75 euros por metro cúbico). ¿Otra idea para evitar los viajes al centro de eliminación de residuos? «Pida un contenedor de 7, 15 o 30 metros cúbicos, que podrá depositar en su jardín (o delante de su casa, previa autorización del ayuntamiento, fácil de obtener) y que se recogerá el día que usted elija», explica Badea, director de reciclaje Serveis Badea (pídalo a través de aquí y pague entre 300 y 600 euros, según el volumen). Para evitar tener que transportar tus objetos voluminosos, también puedes publicar un anuncio en wallapop: ¡en 2023 se encontraron allí más de 281.000 objetos!

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